jueves, 28 de marzo de 2013

La Incertidumbre

Es penoso y deprimente saber que no estas en un punto de seguridad, de ver que todo lo que deseas se desbarata.
Es inseguridad, es temor, es una pesadumbre que se cuelga de tu corazón, y se balancea divirtiéndose al verte decaer.

Aprieta y enmudece al alma, a los labios, al pensamiento, invalidandote para hacer cualquier cosa.

Una pesadumbre, tan terrible, que es como tener mucho sueño, pero solo tu cuerpo lo tiene, tu mente esta calmada, pero, es como si te subieses a un automóvil descompuesto, tienes deseos de avanzar, pero el auto no avanza.

Y esta mente, que no puede moverse, que esta forzada a quedarse quieta, solo se pone a pensar en las más absurdas posibilidades que le dan un sufrimiento a tu corazón, solo se dedica a hacerte sentir mal, tan incapacitado, tan inútil.

Esa cosa, tan rara que no me deja ni pensar, que apenas me permite escribir, es lo que me tortura, me veo forzado a escribir estas palabras, que desconosco tengan una correcta ilación, pero en fin, seguiremos adelante.

D.A.P. / Cevebe

jueves, 21 de marzo de 2013

##############################################

   Un día me desperté muy tarde, no fui a mis prácticas, y no me importó.
   No desayune, mi madre me regañó por quedarme dormido, porque no me había bañado, porque no desayuné, y no me importó.
   Me fui a la escuela, solo me puse ropa para salir, no me peine, salí despreocupado, no me importaba nada de eso.
   Se me fue el camión, y me fui en uno de linea, que se descompuso y ubo que esperar que pasase otro que nos llevase a nuestro destino, pero eso no me importó.
   Llegue tarde a clase, de hecho, ya estaba terminada, no presenté mi trabajo final, sabía que había reprobado, pero dije "no me importa".
   Mis amigas t amigos se preocuparon por mí, me decían "¿Qué pasa?" y solo les contestaba con un desinteresado "mmmm".
   Me aleje caminando muy despacio, me siguieron y les ignore, solo me fui, perdido de mí.

   Terminé en una carretera, andando despistado y desanimado, sin interés por el camión que había estallado mis órganos  sin prestar atención a la sangre que escurría de mis cuencos, nariz  oídos y boca;restando importancia a la pérdida de calor, respiración y movimiento que estaba sufriendo.

   Una noche morí, y no me importó.
   Una noche deje gente llorando, y no me importó.
   Una noche deje de amar, y no me importó, solo me levanté del charco y los escombros, y seguí andando sin rumbo por las calles y carreteras, brechas y puentes.
   Nada importaba... bueno, solo una cosa me importaba ya.
   "¿A donde llegaré?"

D.A.P. / Cevebe

lunes, 11 de marzo de 2013

Bailemos a las marionetas

Marionetas de la vida, muñecos danzantes de la pasión descontrolada, títeres de emociones desbordantes y alocadas que sacuden asta lo más profundo de sus entrañas.
En el medio de un exorcismo de descomunales proporciones  que pasa de ser una ceremonia a ser un espectáculo maravilloso y delirante.
Viviendo de una forma desenfrenada y descontrolada, estrangulándose con los deseos reprimidos, ahogándose en una vida llena de placeres insatisfechos.
Contemplando como tontos una vida desgarrada, admirándose de la tragedia de otros, sin dar cuenta de que se vive en la misma pesadilla que ellos.
Sacudidos por la adrenalina, por la emoción de ser abatidos por emociones incomprensibles para sus inmateriales sentimientos, deseosos de probar algo que desconocen.
Saltando y brincando de alegría por se acariciados por sus propias almas, por darse cuenta de que no son criaturas huecas a la espera de ser rellenadas por los deseos de otros.
Atendiendo a las mas bajas pasiones de quienes son capaces de controlarlos y ahogando sus propios deseos y pasiones, por más puras que sean.
Sacudidos por un deseo incontrolable de ser separados de esa pesadez que les constriñe y corroe por dentro, undiendoles más y más en un dolor que casi les provoca un orgasmo.
Se preguntan todos en lo más profundo de sus corazones de tela y madera, "¿Es de locos separarse de mis cuerdas, o es de locos seguir abrazándolas?"

Separados por un acto, por un telón, por un sueño, por un objeto, por un mar fabricado de torrenciales lluvias de desesperada indignación ante una vida llena de posibilidades desconocidas.
Todos preguntándose  "¿Los del otro lado estarán locos?", y así, todos quedan como locos ante la intriga de una demencia carente de sentido ilógico.
Cuestionarios tan incomprensibles y carentes de lógica como los seres mismos que se lo preguntan, decid entonces, ¿Quíen es el loco? ¿Ellos, o la locura misma?
Y pensar que los vi, haciendoce nudos con los propios hilos que los mantienen de pie (o que eso creeian) riéndome de su desgracia, sin percatarme que sus hilos me atrapaban en una red tan compleja que no pude ver hasta que fue tarde, hasta que me volví un muñeco como ellos y me olvidé de lo que fui alguna vez.
Y ahora, que no estoy seguro si me e librado de sus lazos contradictorios o solo e vuelto a pensar y ser lo que era, me siento y prosigo contemplando su existencia, pensando en si alguien más me estará mirando, y diciéndome  "me estoy viendo a mi mismo, ¿Esos hilos se desprenden de mi mismo o yo soy un nudo hecho con esos hilos?

D.A.P. / Cevebe

lunes, 4 de marzo de 2013

Juguemos a las escondidas

Te propongo que juguemos un poco, juguemos a las escondidas.
Esconderemos nuestras tristezas, esconderemos nuestras penas, esconderemos nuestros miedos, esconderemos nuestra alegría, nuestro gozo, nuestras dichas, nuestros gustos "pecaminosos".

Puedes esconder tus penas, puedes esconder tus perversiones  puedes esconder lo más sucio de ti  esconderlo a los demás, pero hay alguien que cuando le mires a los ojos, penetrará en tu alma, te taladrará hasta el fondo de tu corazón, de tu mente, de tu espíritu.
Ese alguien se convertirá en tu mejor cómplice, o en tu peor enemigo, se aloja en la cercanía, y siempre esta vigilante de ti, te acosa indiscriminadamente, siguiéndote a donde quiera que vallas, sabiendo todo lo que haces.

Pesa mucho, pesa mucho enterarse de que alguien así está detrás tuyo, pesa tanto, que el solo pensar en su presencia, puede matarte, pero es perversamente gustoso tenerle cerca.

¿Ayuda?, no, yo te ayudaré, ni te buscaré, me quedaré viendo como él te tortura, como te acosa, divirtiéndome como tu acosador hace de las suyas atacándote indiscriminadamente.

Me hace tan feliz ver como te alcanza, como te acribillará con sus cuestionamientos, como te apuñala con sus miradas, y tu, ahí, sufriendo por lo que pasa, muriendo por negar lo evidente.

D.A.P. / Cevebe