martes, 9 de julio de 2013

En el laberinto

Es muy confuso estar aquí, imaginarse un plano del lugar a recorrer es muy confuso, ya que no sabes si el camino que trases sea el correcto.
Entonces, ¿Qué te queda por hacer? Pues, andar, y toparte con muros, una y otra y otra y otra vez, te cansaras mucho, sera bastante tedioso, en incluso, podras sentarte en un callejón y vivir de los frutos de las hiervas que brotan de los muros; como tantos lo hacen.
Es cierto, el laberinto tiene lindos azulejos, y los vitrales que le cubren forman espectaculos asombrosos con los cambios del sol y la luna, los muros, bueno, las frutas saben bien.
Es agradable disfrutar el recorrido en el laberinto, incluso, si te tomas la molestia de contemplar y apreciar todo lo que hay al rededor, ni te incomodará topar con callejones, solo diras "que bien, podré conocer más del laberinto".
Y es en este punto donde me planteo la pregunta ¿Lograremos salir del laberinto? recuerda, aparecemos en el centro de este, y tiene más de una salida, y eso lo se porque este es un laberinto especial, hay tantas rutas erroneas como rutas correctas, y me da la idea de que no tiene una unica salida, aunque planteandolo mejor, puede tener muchisimas salidas, como puede perfectamente tener solo una, a no tener ni eso.
Este hermoso laberinto, que aunque frustrante, hermoso, puede ser la salida en sí, y puede que su salida correcta no te lleve más que a una lujosa salida bloqueada por ladrillos, te libere en un laberinto aun mas grande, te permita llegar a un lugar fantástico que posiblemente no aprecies por mucho (podría haber algo peligroso ahi afuera, así que por algo aparecemos aquí).
Como sean las cosas, solo queda avanzar, probar las rutas más largas y conocer lo que nos depare esa luminosa puerta al fin de este laberinto posiblemente infinito.

D.A.P.